Gosei (五世, literalmente, "quinta generación"): término del idioma japonés que se utiliza para nombrar a los hijos nacidos de japoneses que inmigraron.
Jorge Bosch debuta en la novela con esta historia de autodescubrimiento que explora temas controvertidos como los abusos sexuales en la infancia y el trauma que pueden generar, incluso años después, en las víctimas.
John Forrester es un joven perteneciente a una familia acomodada, deportista y buen estudiante, que a los 14 años es víctima de abusos sexuales a manos de su tío. Para evitar el escándalo y la mala reputación, su madre decidirá mantener el suceso en secreto, marcando la juventud de su hijo, que verá como su mundo y todo aquello por lo que había luchado se viene abajo. Con los años, John decidirá enfrentarse a su pasado para poder afrontar su futuro.
“Querido Gosei” no es una lectura fácil por los temas que aborda, pero estos están tratados con el máximo respeto y sensibilidad. La historia de John está determinada por su contexto familiar y social, marcado por unas profundas creencias religiosas y la necesidad de mantener un status ante sus semejantes y ese miedo al qué dirán. Esta es, en mi opinión, la crítica principal que hace la novela, señalando a esos que priorizan las apariencias, que cierran los ojos y hacen oídos sordos a la realidad que están viviendo, por dar una imagen de éxito y felicidad ante los demás sin pararse a pensar ni por un segundo en el daño que esto puede generar en la persona afectada.
La novela se divide en dos partes bien diferenciadas, la primera con un John niño, que no llega a ser consciente del todo de qué le está ocurriendo; y la segunda, cuando ya se encuentra en la universidad, en la que no solo tiene que hacer frente al descubrimiento de su propia sexualidad, si no que debe revisitar aquello que le ocurrió de niño para tratar de sanar y poder seguir adelante. En el viaje seremos testigos de su enorme resiliencia, experimentando un gran crecimiento y aprendiendo a tomar sus propias decisiones y a vivir para sí mismo, y dejando de vivir según los deseos de los demás.
La historia aborda temas interesantes como las consecuencias que un hecho de la magnitud de unos abusos pueden tener en la salud mental, especialmente cuando aquellos que deberían ser tu mayor apoyo se convierten en cómplices; el cómo algo que en su momento no llegas a comprender del todo, puede adquirir todo su significado años después, y como esos fantasmas del pasado pueden impedirte avanzar a menos que te enfrentes a ellos de cara; o cómo esa autoexigencia por complacer a los demás y ser lo que otros esperan de ti, hacen que termines anulándote a ti mismo.
Los personajes están bien dibujados, y todos, de una forma u otra, experimentan algún tipo de evolución a lo largo de la novela. La narración tiene un tono más introspectivo, por lo que el ritmo de la misma es bastante pausado, estancándose en algunas ocasiones con escenas demasiado largas que se vuelven algo repetitivas.
Compartas o no la forma en que se resuelve la historia, el desenlace invita a una reflexión acerca del perdón y la capacidad para perdonar.
